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E
l proyecto europeo nun-
ca ha transitado por un
camino de rosas pero
los últimos años están
siendo sin duda una
prueba de fuego para la Unión Europea.
A la crisis económica y a las elevadas
tasas de desempleo que afronta Euro-
pa, se une ahora uno de los capítulos
más graves de su historia en materia de
migración y asilo. La crisis humanitaria
originada por el éxodo masivo de po-
blación desde países en conflicto -Siria,
Afganistán, Irak, Libia o Eritrea- hacia
países como Grecia, Italia, Hungría o los
Balcanes, ha dejado ya miles de vidas hu-
manas en aguas mediterráneas.
Desde principios de año, se ha extre-
mado el debate entre los países dispues-
tos a acoger refugiados y los que apos-
taban por un cierre de sus fronteras, y se
han multiplicado las llamadas a la soli-
daridad internacional ante tal drama hu-
manitario. Por su parte, la sociedad civil
ha iniciado una movilización ciudadana
sin precedentes para acoger a los recién
llegados, que ha provocado una reacción
en cadena en algunos de los principales
gobiernos europeos, dispuestos a modi-
ficar sus posturas iniciales y aceptar sin
reparos las cuotas de acogida estableci-
das desde Bruselas.
Ante tal drama a las puertas de Euro-
pa, no puede negarse que la política de
migración y asilo de la UE ha dado pasos
adelante en estos últimosmeses. Enmayo,
la Comisión adoptó una estrategia para,
entre otras medidas, reubicar a 40.000
demandantes de asilo por toda la UE y,
en los últimos días, ha aumentado la cifra
hasta 120.000. Sin embargo, la respuesta
es tímida y poco ambiciosa -teniendo en
cuenta la magnitud del problema-, y no
ha acabado de reconocer la labor desa-
rrollada por las Autoridades Locales y Re-
gionales Mediterráneas (LRAs) para hacer
frente a la emergencia humanitaria.
Estas regiones se encuentran en pri-
mera línea del problema migratorio pero
carecen de los medios suficientes para
afrontar el salvamento de vidas y el apo-
yo a la integración local de los emigran-
tes. Once de estas regiones, incluyendo
tegia integral para el Mediterráneo que
ayude a superar los desafíos.
Una estrategia que debe estar guiada
por los conceptos de cooperación y desa-
rrollo. No en vano, la UE está celebrando
en 2015 el Año Europeo del Desarrollo,
una ocasión para acentuar la relevancia
de una política de la que se espera ge-
nerosidad, esfuerzo, compromiso, y una
visión compartida. Reforzar la coopera-
ción con los países de origen de los emi-
grantes, promover medidas en pro de la
movilidad legal e impulsar políticas de
integración cultural y socioeconómicas
sólidas, serán claves a la hora de convertir
la inmigración en una ventaja para todos
los territorios.
En este contexto y con el objetivo
global de generar un cambio de menta-
lidad en las personas y las instituciones,
algunos representantes de las Regiones
Europeas Mediterráneas han lanzado la
de solidaridad, diálogo intercultural e
interreligioso, integración socio-econó-
mica, participación ciudadana activa y
cooperación, y lucha contra el racismo, el
etnocentrismo y la xenofobia.
EDITORIAL
MÁS AYUDAS,
mejor gestión,
MÁS SOLIDARIDAD
© antonio pérez
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