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LA AYUDA
ANDALUZA
Desde entonces, la Comisión Europea y los países
miembros trabajan en la llamada “programación con-
junta”, también en relación con 40 países beneficiarios,
donde se acuerdan estrategias, planes de trabajo y dis-
tribución de tareas con el fin de no duplicar esfuerzos.
En total 12 puntos de programa que, cada año, se revi-
sa como ayuda colectiva.
Lo cierto es que la crisis económica ha obligado a
reducir los fondos de cooperación de varios países
miembros, como el de España y, aunque ha vuelto a
aumentar la financiación, Europa reconoce que no
ha alcanzado la cantidad prometida en ayuda ex-
terior. Actualmente la UE destina el 9% de su pre-
supuesto anual a esta política y cuenta con 139
delegaciones y oficinas en el mundo.
Los programas son desarrollados en diálogo
directo con la sociedad civil local y el 25% de
las ayudas se concede a los gobiernos para
que realicen los trabajos según sus priorida-
des. El presupuesto, por tanto, está condicio-
nado a la buena gobernanza y la gestión del
erario público. Para ello, se realizan evaluaciones periódicas de los resultados; del mismo modo que toda la
ayuda concedida se somete a inspecciones y auditorías periódicas.
mUndo, diGnidad Y FUtUro
“Nuestro mundo, nuestra dignidad, nuestro futuro” es el lema elegido sobre el que se han planificado nu-
merosas actividades en los 28 Estados miembros para celebrar el Año del Desarrollo. La UE alerta de que 1.200
millones de personas todavía viven en situación de pobreza extrema, es decir, con menos de 1,25% al mes.
Aunque en los Objetivos del Milenio se ha conseguido sacar de esta situación a unos 700 millones de personas
desde 1990.
Algunos países hasta ahora beneficiarios han pasado a ser donantes y la comunidad europea ha desviado
estas partidas. Estima que en este nuevo periodo de 2014 a 2020, el 75% del presupuesto estará centrado
en los países que se mantienen en la pobreza y que frecuentemente sufren graves conflictos o catástrofes
naturales. En este sentido, la UE es el único donante mundial que destina fondos en todos los países frágiles
o víctimas de conflictos.
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andalucía no se queda atrás en la política
de desarrollo, como muestra el recient
con el que aspira a con-
tribuir al desarrollo de condiciones de vida dig-
nas que permitan a las personas quedarse en sus
países de origen. américa Latina, norte de África
y mediterráneo, y África Subsahariana seguirán
siendo áreas de actuación prioritaria.
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el plan apuesta por alcanzar en 2020 una asigna-
ción del 0,7% del presupuesto autonómico a estas
políticas para desarrollar proyectos mayoritariamen-
te relacionados con los servicios sociales básicos,
seguidos de la educación para el desarrollo; la acción
humanitaria en catástrofes naturales o conflictos béli-
cos, la igualdad de género, entre otras prioridades.
