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nio en 2015. En el caso del Archivo de la Corona de
Aragón, el grupo de expertos y la Comisión Europea
reconocieron su valía al ser uno de los archivos más
antiguos de Europa -fue fundado en 1318- y contar
con algunas de las colecciones documentales más
valiosas de la Europa medieval. Entre sus fondos se
encuentra la memoria administrativa, económica
y política de dicha monarquía, que ha permitido
reconstruir la historia de la región y de aconteci-
mientos clave de la historia europea.
Por su parte, según la Comisión Europea, el
valor de la Residencia de Estudiantes de Ma-
drid radica en haber reunido en sus instalacio-
nes a las figuras más renombradas de las artes,
la filosofía y las ciencias europeas del período
de entreguerras, convirtiéndose en un céle-
bre centro europeo, además de alojamiento,
donde se incentivaba el diálogo, y el inter-
cambio cultural, artístico o científico.
próxima parada
los ideales y los valores europeos, desde los orígenes de
la civilización hasta la Europa actual. Polonia se sitúa a
la cabeza de la lista con cuatro lugares con sello -entre
ellos la Constitución del 3 demayo de 1791 (Varsovia) y
el Cementerio nº 123 del Frente Oriental de la Primera
Guerra Mundial (Lużna–Pustki)- , seguida de Francia y
Portugal, con tres reconocimientos cada uno de ellos: la
Abadía de Cluny,el Barrio Europeo de Estrasburgo y
la Casa de Robert Schuman (Scy-Chazelles),en Francia
y Punta de Sagres, la Biblioteca General de la Univer-
sidad de Coímbra y la Carta de la Ley de abolición de
la pena de muerte (Lisboa),en Portugal.
España cuenta con dos lugares sellados con la eti-
queta de Patrimonio Europeo: el Archivo de la Corona
de Aragón, en Barcelona, y la Residencia de Estudiantes
de Madrid, ambos reconocidos con el Sello del Patrimo-
Los que quedaron
a las puertas…
No es fácil llegar a donde han llegado los 29 lugares
reconocidos hasta el momento con el Sello del
Patrimonio Europeo. Atrás quedaron propuestas
como la de la cerveza Carlsberg (Dinamarca), a
la que se le reconoce su valor en el impulso de la
industria cervecera europea pero no su compromiso
en la promoción de los valores de la UE; o la de la
candidatura española del Cabo de Finisterre, a la que
se le reconocía su alto valor histórico y geográfico para
Europa pero cuyo proyecto no cumplía los requisitos.
Otras, han pasado por varias evaluaciones, como es
el caso de la candidatura de la localidad de Schengen
(Luxemburgo), rechazada en 2013 por carecer de una
propuesta sólida que la sustentara pero aprobada
finalmente en 2017 por su riguroso proyecto y por el valor
significativamente europeo e histórico de la ciudad.
Dos lugares españoles
lucen el Sello
del Patrimonio
Europeo:
el Archivo de la
Corona de Aragón,
en Barcelona, y
la Residencia de
Estudiantes de Madrid
© fernando cebolla
El archivo de la Corona de Aragón (Barcelona)
El cementerio nº 123 del Frente Oriente
de la Primera Guerra Mundial (Lużna–Pustki)
© wikipedia