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ya que requerían modificar el modo en que el profeso-
rado impartía las clases y en que el alumnado asimila-
ba los contenidos. La propuesta partía de la necesidad
de orientar el modelo de estudio a las necesidades del
mercado laboral. De esa adaptación a las exigencias del
mercado derivaron las principales críticas del mundo
universitario, al considerar que existía un riesgo de priva-
tización de la universidad pública. Sin embargo, sus de-
fensores consideraban que los nuevos métodos abrían
las puertas al mercado laboral, al facilitar la convalida-
ción de títulos, las prácticas y una mayor especialización
del alumnado.
Por otro lado, para gestionar las vicisitudes del Pro-
tantes de los Estados miembros, que celebra reuniones
de evaluación al menos dos veces al año y prepara los
nuevas directrices a seguir. En la última de ellas, cele-
brada e
n 2015, se establecieron
cuatro prioridades para el futuro: mejorar la calidad del
aprendizaje y la enseñanza, fomentar la empleabilidad
de las personas graduadas durante su vida laboral, im-
pulsar sistemas más integradores y aplicar las reformas
estructurales acordadas.
OBJETIVOS POR CUMPLIR
Tras un largo proceso de adaptación, el EEES ha segui-
los avances son evidentes, para otros aún hay que dar pa-
sos adelante hasta alcanzar los objetivos de este proceso
de adaptación.
LA JUNTA DE ANDALUCÍA
HA APROBADO LOS
PRECIOS PÚBLICOS
DE LAS MATRÍCULAS
UNIVERSITARIAS DEL
CURSO 2017/2018,
QUE BONIFICA EL 99%
DE LOS CRÉDITOS
APROBADOS EN
PRIMERA MATRÍCULA
Europea en 2015, aún existen dificultades a la hora de
reconocer las titulaciones entre países, derivado princi-
palmente de la falta de un modelo único de programas
de Primer Ciclo. También son numerosos los países que
encuentran obstáculos a la hora de incluir cualificaciones
no formales en el Marco Europeo de Cualificaciones o los
y las jóvenes procedentes de entornos desfavorecidos
que enfrentan escollos a la hora de acceder a los estudios
superiores. La escasa implementación de las tecnologías
digitales como motores de la transformación del apren-
dizaje es otro de los desafíos que afronta el EEES.
También en el punto de mira está la aún débil aplica-
ción de estrategias de internacionalización que permitan
a estudiantes de países EEES cursar grados en países no
integrados en este espacio, y viceversa. Ello ha llevado a
que el objetivo de alcanzar un 20% de estudiantes inter-
nacionales en 2020 aún esté lejos de alcanzarse.
Avances en
España
El Sistema Universitario Español ha venido acome-
tiendo las reformas necesarias para su adaptación
al EEES. A pesar de las dificultades, el balance evi-
dencia una mejora en la homologación de créditos
ECTS y la modernización de la oferta de títulos y los
planes de estudio.
El inform
015-2016)
refleja algunos de estos avances: en el curso 2008-2009, el pri-
mero con la nueva ordenación académica, se ofertaron las primeras
titulaciones adaptadas al Espacio Europeo -163- junto a las licenciaturas
y diplomaturas ya existentes, y la tasa de rendimiento -porcentaje de crédi-
tos aprobados del total de matriculados- fue del 63,8%. Siete cursos después, en
2015-2016, este rendimiento se elevó hasta el 78,5%, 23 puntos porcentuales más. Por
delante queda una mayor especialización tanto en la docencia como en la investigación,
así como la mejora de la internacionalización, dado que la atracción internacional de estu-
diantes que se matriculan en nuestras enseñanzas universitarias es aún más reducida que la
media de los países de la OCDE.
En otros aspectos, los avances se reflejan en el ámbito de las comunidades autónomas. De
este modo, aunque España sigue presentando uno de los niveles de precios públicos más ele-
vados de la UE, la Junta de Andalucía ha aprobado en 2017 una medida que tiene como objeti-
vo acercar el Sistema de Educación Universitaria a los niveles de países referentes en Europa,
como Alemania y Francia, que ofrecen matrículas gratuitas o simbólicas. La medida se enmar-
ca en e
ue establece los precios públicos de matriculación para el curso
2017/2018 en las universidades andaluzas, incluyendo l
sta medida se aplica, tanto en grados como en másteres, al
alumnado de las universidades públicas andaluzas que no cumpla los requisitos para obtener
la beca del Ministerio de Educación, Cultura y Deporte (MECD).
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